Bahía de Pago Pago era un bar de cócteles polinesios que abrió sus puertas en 1971. Su fiesta de inauguración duró seis meses.

Bahía de Pago Pago. C/ Doctor Cerrada, 30. (ZDL 2003)
Posavasos de Bahía de Pago Pago (Colección ZDL 1983)

Fue el primer lugar de la ciudad donde se podía encontrar un local decorado con estética “tiki”, más adelante aparecerían sitios similares como “Las Fuentes de Manao” o el polinesian bar “Noa Noa”. La carta de cócteles del establecimiento nos ofrecía exóticas especialidades de nombres tan sugerentes como “Arrecife de Tautira”, “Cocoloco”, “Mai Tai”, “Crepúsculo Oriental” y… “Chi-chi”, la bebida más popular. Estos cócteles se servían en vasijas de cerámica con elaboradas formas. Era todo un espectáculo cuando en esos primeros años 70, los zaragozanos asistentes veían con sorpresa acercarse hacia ellos una bandeja llena de humo -como procedente del volcán Krakatoa- provocado por el “hielo seco” que utilizaban para esas bebidas.

Era frecuente encontrar a militares de la base americana que habían estado en las Samoas Occidentales, pero por “Bahía de Pago Pago” pasaban estrellas grandes, medianas, pequeñas y underground de la farándula española. Hemos recuperado esta imagen de la visita al local del artista “El Titi” (el artista que más chaquetas tiene), famoso por su éxito “Libérate”, uno de los himnos LGTB anteriores a la existencia de estas siglas y de sus himnos.

Visita de El Titi a Bahía de Pago Pago, 11 de diciembre de 1973
Visita de «El Titi» a Bahia de Pago Pago (Diario local Aragón Exprés, 11 de diciembre de 1973)

“El Pago Pago es uno de mis lugares preferidos de Zaragoza. Es un bar de cócteles polinesios, de esos que se pusieron de moda en los años 60-70 en España. El lugar está estupendo, conservado con mucha categoría, y eso que las décadas de cigarro y alcohol han hecho mella en sus paredes, bambúes y cuadritos evocadores de tierras lejanas. Tiene mucho sabor… he estado dentro, solo esta tarde degustando un Coco Loco (mítico) y charlando con el camarero. No dejan hacer fotos en el interior, Pascual el dueño así lo tiene ordenado. Me encantan los posavasos, la carta, que aún siendo una reedición, sigue manteniendo ese «toque» tan especial. Mi objetivo, conseguir una carta y un envase de coco loco, bebida especial para desternillar los estómagos más asentados.”

El Milloncete, blog de Antonio Saz

Actualización

Desde Zaragoza Moderna nos envían estas imágenes de la colección particular de Mario Campos. Las piezas tenían en su base la firma del ceramista Enrique Val, uno de los ceramistas que ha decorado muchos de los patios interiores de edificios, y cuyos murales está documentando Zaragoza Moderna en Instagram.


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