Sobre un primer plano de una viñeta que parece inspirada en Roy Lichtenstein tenemos a una señorita que, ¡en ropa interior!, no sabemos si está luchando contra una serpiente llamada Soras o se trata de una estricta gobernanta manejando su látigo con soltura.
Este rótulo era en los años en blanco y negro del tardofranquismo y, en este caso, añadiéndole el rojo al blanco y negro… una oculta provocación a la moral y las costumbres de la bienpensante sociedad española.
«Los talleres de confección Soras se hicieron famosos por sus avances técnicos, su buen producto y, especialmente, sus anuncios en prensa y radio durante muchos años. Desde su sede central en el barrio de Tetuán de Madrid, ideaban no solo fajas, sino también corsés y souties. Chicas atractivas y señoras imponentes conquistaron las páginas de periódicos y revistas con sus anuncios.
Con el tiempo, la prenda interior que inicialmente fue más propia de señoras mayores, pasó a ser habitual entre las algo más jóvenes que querían lucir perfectas con sus recién estrenados pantalones de campana y botas de plataforma.»
María Luisa Funes. «Las Fajas Soras». ABC