Mastodóntico cartel de inconmensurables proporciones.
Seguramente la intención de hacer un rótulo tan inmenso no era otra que hacerse ver desde la Luna o directamente desde las pasarelas de París.
En la antigua Vía del General Franco, actual Conde Aranda, sus escaparates nos ofrecían un mundo de lujo asequible y moda popular en un incomparable marco de espejos bronceados, lámparas de hotel y oro de plástico.
Lamentablemente esta joya del exceso en los 70 se ha perdido.