Desde 1895 y proyectada nada menos que por Ricardo Magdalena se encontraba en este emplazamiento la iglesia de las «Esclavas del Sagrado Corazón», alguien decidió que esto no tenía ningún interés, siquiera económico, y en diciembre de 1968 fue derribada.
En su lugar se levantaron los playeros bloques de pisos que hoy fascinan a nuestra vista entre la calle Canfranc y el paseo -que no lo es- de Pamplona. En sus bajos se establecieron diferentes comercios y entre ellos la «Boutique Biba».
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No sabemos si las dramáticas manos que aparecieron en su fachada, al estilo de «La mano incorrupta de Santa Teresa», pertenecen al espíritu de Ricardo Magdalena o bien al de alguna de las esclavas del Sagrado Corazón. Lo que si nos atrevemos a datar por el bonito alicatado de baño que decora su fachada, es que la boutique pudo ser inaugurada entre 1970 y 1979 y que las manos con su bola de luz, en realidad, fuesen apliques también de baño para colocar a ambos lados de un espejo.
Lamentablemente ni las manos, ni el futurista rótulo con su tipografía Gretta se encuentran ya en ese lugar, en cambio el alicatado sigue intacto y esperamos que por muchos años.
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